Gestionar un equipo numeroso de personas implica dificultades. Se multiplican los problemas: además de los del día a día se suman los de la gestión de las personas, que, en algunos casos, suelen desgastar más emocionalmente.
Al principio, como emprendedor, puedes llegar a tener la sensación de dirigir un circo de cinco pistas. Como que vas corriendo detrás de los problemas. Pero ¿Qué es más importante tu negocio o las personas? Evidentemente la pregunta es retórica: el negocio lo construyen las personas.
Ya hemos hablado de la necesidad de delegar y de concentrarse en lo importante. En esta fase, la visión en conjunto es vital y ya no podrás palpar a tu alrededor para ver cómo va tu negocio.
Necesitarás un cuadro de mando con los datos que hasta ahora normalmente tenías en la cabeza. Así podrás seguir teniendo el tacto sobre los cambios en el timón que te permitirá seguir dirigiendo el negocio con éxito.
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